Debido a los graves
conflictos políticos y económicos, Julio César
decide formar un Triunvirato con
otros dos hombres importantes:
Pompeyo y Craso.
Sin embargo, la
alianza se rompió y Julio César pasó a concentrar
todo el poder,
transformándose en Dictador perpetuo, Tribuno de
la Plebe, Pretor y Pontífice Máximo.
Entre sus obras más importantes:
Mejoró la administración de las provincias.
Distribuyó tierras a los soldados y al proletariado.
Fundó colonias.
Comenzó la Romanización de los territorios conquistados.
Sin embargo, fue asesinado por un complot urdido por el
Senado.
Octavio, hijo
adoptivo de Julio César formó otro triunvirato conformado además, por Lépido y Marco Antonio.
Finalmente los tres
triunviros se enfrentaron en una guerra civil, de la que salió victorioso
Octavio, al derrotar a Marco Antonio en la
Batalla naval de Accio (31 a.C.)
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